Días blancos y rojos

Por estos días las casas lucen enbanderadas. Y en los trabajos y colegios obsequian escarapelas para lucirlas con orgullo nacional. En casa siempre tardamos en colgar el pabellón, pero sobre todo en sacar la bandera del baúl del cuarto del planchado. Me he acostumbrado a ver cómo nuestros vecinos comentan que nos demoramos un poquito más en ponerla y después, también en retirarla de su mástil. Una vez casi llegamos a la quincena de agosto y la banderita “flag, flag” seguía ondeando. Ella ni advertida de nuestro olvido. En Navidad nos pasa algo parecido, pero con el árbol y el Nacimiento. El Arbolito a veces queda listo una semana o tres días antes de Nochebuena y luego puede quedarse armado hasta fines de enero. Pero no me molesta, me hace sentir que las fiestas se alargan unos días más.